Un reflejo breve sobre nuestro recorridoEscrito por Edgar Bear Después de haber recorrido nueve países por carretera en cuatro meses, logramos llegar a la mitad del mundo.
Después de haber manejado a través de montañas, bosques, lluvia, tiniebla, la costa, por la noche, cansados, durante el día y llenos de energía, llegamos a la mitad del mundo en Ecuador: Latitud 0-0'-0". ¿Cómo se siente? Se siente como que si hubiéramos logrado una meta. Sin embargo, al mismo tiempo, nos queda mucho camino que recorrer. Al reflexionar, sí, el haber llegado a la mitad del mundo es algo por cual estar alegre. Es un lugar de belleza donde el norte, el sur, el este y el oeste se encuentran. Es un lugar que puede ser sorprendentemente frío. Sorprendente, porque toda mi vida me dijeron que el ecuador era caliente. Nada que ver. Esta fresco, y por la noche, puede hacer frío. Sin embargo, en cuanto al recorrido, el haber llegado a la mitad del mundo puede ser visto como una representación de la mitad de nuestro camino. Durante la primera mitad de recorriendo Latinoamérica, hemos experimentado mucho. Hemos tenido largas conversaciones con los locales de ocho países sobre todo tipo de temas, desde la política, la religión, las relaciones, los viajes, el trabajo, la naturaleza, hasta la ciencia y la familia. También, hemos tenido grandes momentos de risa donde uno no puede parar de reír. Hemos sentido el amor de la gente por medio de la hospitalidad donde nos reciben con besos, un lugar para dormir y con comida. En cuanto a la comida, hemos probado todo tipo de verduras, carne, dulces, frutas, bebidas, arroz, y pan; los nombres son difíciles de recordar. Sin embargo, cada plato de comida es única. Al reflexionar, he aprendido mucho. Empecé este viaje con mis propios prejuicios y pensamientos. Sin embargo, al conocer gente; al reírme con ellos; al compartir mis pensamientos y creencias y al que ellos compartan las suyas; al ver la forma en que las familias se aman; y al ver la impresionante, siempre cambiante, naturaleza, me he quedado anhelando, sorprendido y con un deseo de continuar. Me he quedado con anhelo porque deseo que mis amigos, mi familia, inmigrantes, personas que conozco que dicen cosas racistas; básicamente, deseo que la gente de todo origen conozca las diferentes culturas y la tierra que he llegado a apreciar. Deseo que conozcan la bondad de la gente a pesar de los desacuerdos en la política y creencias religiosas. Una persona no representa a todo un pueblo. Me he quedado sorprendido por dos razones: la primera razón es por causa de la naturaleza y la segunda por la falsa representación de los Latinoamericanos. En cuanto a la naturaleza, sí, entiendo porqué muchos piensan que todo país latino es “igual”. Pero, eso no tiene nada que ver con la verdad. Con el viajar unos pocos kilómetros en cualquier país, hay diversidad inmensa. Los países que no me llamaban la atención, he llegado a reconocer que son ricos en belleza desde las montañas, los árboles, los océanos, los lagos, y los ríos. Soy de las personas que creen que Dios se revela en la naturaleza. Y a medida que viajo, me he quedado asombrado con la bondad de su creación. En cuanto a la representación equivocada de la gente, no sé cuántas veces me han dicho que no vaya a México por causa de inseguridad, sin embargo, fue y es seguro. También he escuchado a la gente que cree que todos los latinos son mexicanos y que cree que todos los latinos tienen el mismo aspecto. Esa gente esta demasiado equivocada Pero no me malinterpreten. No soy una de esas personas que vive en una falsa realidad que no sabe cómo andar por las calles y que cree que todo es perfecto. De ningún modo. Pero si digo que las cosas que a menudo escuchamos y que se creen acerca de las personas Latinoamericanas son, por la mayor parte, equivocadas. Un buen ejemplo sería Colombia. Hay un tremendo miedo de entrar a ese país hasta el punto que algunas personas incluso creen que hay cocaína siendo vendida en cada esquina. Completamente incorrecto. La mayor parte de la población es buena gente, pero al igual que en todo país, sí hay algunos pocos que causan daño. Entonces, estoy sorprendido por causa de la falsa representacion de los latinos. Sin embargo, al mismo tiempo, tengo que decir, estoy positivamente sorprendido por causa de la bondad de la gente. Por último, hay un deseo de continuar el viaje. El recorrido no ha terminado. Tenemos ocho países mas para recorrer; cada uno con su propio tipo de diversidad en cuanto a la naturaleza y las personas. Deseo conocer nuevos lugares, música, prácticas familiares y diferentes formas de hospitalidad y amor. Pero volviendo a la mitad del mundo, al reflexionar, en este momento, me siento agradecido. Le quiero dar gracias a la gente que nos ha ayudo. Que Dios esté con ustedes. Muchas gracias. Y también doy gracias a Dios por haberme dado la oportunidad de ver su belleza en Su creación, la naturaleza, y de ver la diversidad de las personas. |
David LeijaMuchacho dicharachero enamorado pero muy sincero eso si. Edgar BearEdgar es cristiano. Le encanta el futbol, viajar y conocer a la gente. Archives
January 2017
Categories |